Y serás tú.


¿Cómo has sido tú quién me ha hecho pensar tanto?

 

Quien me da giros sobre la cama,

Quien me pone inquieta.

Eres la adicción y la resaca.

 

No hay abstinencia más agonizante que la ausencia de tu latido.

Y así me doy cuenta de que te quiero.

 

Eres tú... Y serás tú mil años después.

Me darás un beso antes de dormir que se esparcirá hasta un lastimoso sueño.

Algún eco que confundiré con el rechinar de las puertas cuando has llegado.

La respiración desesperada y agobiada sin saber dónde estás.

 

Mi mayor amor, mi mayor odio, mi mayor castigo, mi mayor bendición.

Aquel incomprensible insomnio y aquella mirada ausente.

 

Pienso en ti y me dan ganas de tirar todo a la basura.

De irme a escribir y contarle a las nubes este secreto.

Especialmente cuando grises siento que me entienden.

 

Seguiré besándote en mi imaginación, seguiré torturándome dulcemente.

Seguiré engañando a mis impulsos.

Seguiré extrañando esa parte de mí que lleva cada letra de tu nombre.

Seguiré sonriendo con mirada vidriosa y voz quebrantada.

Preguntándome cuánto podré estar así, cuánto podré vivir sin ti.



 

Comentarios

Entradas populares de este blog

No poema al amor.

Enredos nocturnos.