Ácido amor.
Tan ácido ha sido tu amor entre heridas abiertas vertiéndose sigilosamente hasta lo más profundo de mis venas, deshaciendolas, consumiéndolas, intoxicando y acortando la respiración cada vez más agitada, así es tu amor, tan venenoso, tan cruel que no mata y sólo hiere, que retuerce, tan agonizante como la puñalada que te deja muriendo lentamente, o peor aún, esas mutilaciones de guerra sin anestesia más que la fuerza aberrante del mismo dolor.. Eso siento al verte con una imagen tan inocente, tu sonrisa cuadro de la taza de café que no ha tocado ni tocará tus labios, y el tierno marco de tu cabello ondulado y adornado para el día tan marcado en el calendario con aquel hombre casi perfecto y cubierto entre su pulcro y costoso traje invadiéndome de rabia al verlo despojándose del mismo que tan solo unos minutos le tomará llevar por encima de su cuerpo para que seas tú quien lo arrebate sobre las sábanas que he jurado son de sedas confudiendolas con tu cuerpo sin distinción del origen