El circo de las monstruosidades.
El atractivo favorito de Mariel tras sus pupilas dilatadas y fuertes risas perturbadores en su cabeza.. Los colores eran sólidos y fuertes contrastes existían en aquel lugar, paredes amarillas y negras con rojo salpicado como sangre desparramada sobre ellas, las risas eran macabras y sonoras, parecían acercarse al ritmo y dirección de su mirada. Eran sus brazos como enormes ligas capaces de alcanzar lo que deseara, y sus piernas enclenques y frágiles como deshuesadas; su cuerpo y su corazón no latía de una manera humana, saltaba al punto de salirse y se notaba entre su ropa. El circo de las montuosidades carecía de humanos sin mutaciones genéticas y el techo tenía ángeles macabros, con colmillos carcomidos, ángeles parlantes que le hablaban a Mariel. Afuera era también bastante tenebroso, se escuchaba la fuerte lluvia y el sonido de soldados marchando como buscándola con armas torturantes y desgarradoras. La entrada se encontraba entre un pasillo de penumbra y cuerpos jóvenes