La gente, la vida y sus cosas..

 Hay veces en que quisiera tan solo borrar todo mi pasado, borrar cada pequeño error que me hace tan detestable, cada pequeño error que jamás quise cometer. Creo que siempre llevaré un luto, en el interior de la recámara cuando la puerta esté cerrada, cuando a noche esté ya entrada y el luto será por todas esas veces que sin querer lastimé tanto. Sólo el que ya querido demasiado puede entender lo que duele lastimar a alguien a quien jamás quisiste herir.  Sólo alguien que quiere demasiado sabe la frustración, el dolor, el agobio que eso significa... Luchar todos los días por convencerte de la verdad... De que no puedes gastar la vida tratando de arreglar lo que otro piensa de ti. No puedes gastar la vida intentando ganar credibilidad. No puedes torturarte así... Pero duele... Sabemos que duele...  Cada noche recordar que no soy una mala persona... Cada noche recordar que hice lo mejor que pude... Cada noche recordar que cada minuto quise y amé con el alma. Que la vida es inesperada y n

- Enamorarse puede ser el peor de los vicios, el peor de los engaños, la màs real de las farsas. Enamorarse puede ser un atractivo purgatorio. Enamorarse es vida y es muerte, enamorarse es estar justo a la mitad. Enamorarse es sentir el infierno pensando que es el cielo. Es arrastrarte mientras crees que vuelas. Enamorarse puede ser una verdadera desgracia... ¿Pero sabes por qué aun así decidí hacerlo nuevamente?  Porque esta vez pienso que vale la pena, que podré derramar lagrimas pero no morirme, porque ya antes sentí que moriría y eso no sucedió. Porque necesito ese fervor en las yemas de mis dedos, porque necesito esa excitación recorrer por todo mi cuerpo, toda esa adrenalina y esa frágil línea entre la vida y la muerte, porque justo eso me hace sentir, y es justo eso lo que me hace enterarme de lo vivo que puedo estar. Aunque enamorarse sea más aterrador que cualquier otra droga, y es que entre más enfermo sea esto del amor, más dolor, más vivo me hace sentir. - Entonces amigo dé

 Ni siquiera sé a ciencia cierta lo que extraño... No sé si la extraño a ella o a mi vida con ella, no sé si extraño los viajes, los buenos tiempos, ese enamoramiento o simplemente verla. No sé si extraño la convivencia natural del día, la costumbre, o las reuniones familiares. No sé si extraño esos almuerzos en algun restaurante con sus padres, o extraño nuestros rostros sonriendo en la parte trasera del coche. No sé si extraño la despreocupación, la ligereza de sus decisiones, la inmadurez de su niña interior. Que me contara sus sueños aunque algunas veces no ponía atención. La imagen de felicidad de su rostro, su emoción... Su emoción por cocinar algo, sus enojos, sus enojos pero esa seguridad de que jamás nos separaríamos... ¿Qué nos separó? ¿Cuándo nos separó? Si yo la quería infinitamente... Sus mensajes y sus juegos... Las caminatas, nuestras aventuras... Dejé ir y perdí a mi mejor compañera de aventuras... Si tan solo supiera que aunque ella vive una parte de mi murió cuando me

Se me ha ido la vida por ser todos a la vez... ¿Por qué fuiste tan tonta al desperdiciar aquellas sonrisas y aquellos momentos de locura? ¿Por qué abandoaste tus sueños y deseos? ¿Por qué subestimaste la grandeza de tu ser? ¿Por qué no tomaste aquellas vacaciones que tanto deseabas? ¿Por qué huiste del amor con la falsa idea de que siempre te iba a alcanzar? ¿Por qué ensuciaste con ego tu amor propio? ¿Qué te hizo pensar que algún día alcanzarías la felicidad?... ¿Por qué no te diste cuenta que no tenías que alcanzarla, sino vivirla? ¿Qué te hizo pensar que tu memoria jamás se deterioraría? ¿Por qué no amaste tu cuerpo cuando aun funcionaba por sí solo? ¿Por completo?.. ¿Por que te aferrabas en disimular aquella bella sonrisa? Con tu imperfecta dentadura, bajo circunstanstacias inmaduras... ¿Qué importaba si era gracioso, gozoso o no para los demás? Si lo era para ti... ¿Qué te hizo pensar que ahí estaría él o ella por siempre? O peor aún... ¿Qué te hizo pensar que tus padr

Hay millones de sonrisas con historias falsas atrapadas...

Consciente del desastre que puedo llegar a ser... Quizá soy una exploradora de vidas, quizá deseo y me siento pasionalmente atraída por morir y resucitar. Quizá estoy enamorada del caos y de los finales sin final... Enamorada de la pasión, del dolor y la amargura, así como de la chispa, de la emoción, entrelazada con el dolor y el éxtasis. La sonrisa y el engaño, el romanticismo y el dolor. Quizá quiero vivir todo, quizá una vida no me basta. Quizá en realidad no soy de nadie, ni siquiera mía, pues me veo como un finísimo punto en el universo. Quizá quiero vivir todo, quizá una vida no me basta. Quizá quiero todas las vidas en esta que tengo. Quizá quiero probarlo. Porque siempre he creído que la vida es breve y poco justa. Los orgasmos infinitos que recorren por la espalda, los orgasmos infinitos que sobreexplotan la existencia. Que fascinan la mente y enferman la razón. Quizá para mi no exista nada más placentero que no haberme quedado con las ganas. Porque quizá no soy de n

Siendo esta una de las noches en que después de meditar y dar un paseo nocturno analizo cada hilo de mi vida intentando encontrar correlaciones y respuestas a los sucesos más caóticos de ésta... Creo que acabo de entender... Que nos faltó ser más pareja. Estuve ahi contigo riendo de miles de cosas, pasamos momentos increíbles y uno que otro difícil, pero siempre recibimos tanto apoyo y compañía... Que nos faltó ser más pareja. Sin nada más que decir.

Puede ser que también durante la primavera las hojas caigan, porque no todos los árboles florecen en primavera... Existen el cerezo y la camelia que florecen en invierno. Así es la diversidad de nuestro univero, nuestro planeta, y así mismo es la diversidad de nuestro ser. Ese ser que muchas veces no entendemos e intentamos ajustarlo al estándar, a lo que creemos aceptable, ni siquiera lo correcto, sino hacia lo aceptable, o lo normal, lo cotidiano, lo orientamos a actuar de modo que su presencia pase desapercibida, carente de autenticidad, y fácil de ver ante nuestros seres queridos, lo equipamos de tal manera que cuando nos sintamos solos por no ser lo que deseamos, alguna de aquellas personas a quienes intenamos agradar esté ahí, a nuestro lado. Porque nos asusta el rechazo y la soledad que entrometidamente llega. Entonces nos dedicamos a guardarnos, a guardar la verdad, y cuando intenamos decir la verdad se convienrte en una mentira, porque ya nadie nos conoce, ni siquiera nos

Y te vi tan atractiva aun cuando supe que me arruinarías la vida. Nada bueno saldría de esa relación fruto de infidelidad, nada aquello saldría de haber conocido a alguien más cuando ya me encontraba con una persona tantos años. Nada bueno saldría de dejarme llevar por el ímpetu de una juventud fingida, de una sonrisa arrebatada, de una química infundada, nada bueno saldría producto de la atracción, de la confusión del amor con el deseo, de la confusión y contraste del perfecto aroma de tu piel con el aroma crudo y real del sudor, rasposo, dulce, desagradable como la sal... Nada bueno saldría del enojo, de los celos, de aquel amargo sentimiento que me llevó a encontrarte. Nada bueno saldría de encontrarme contigo aquella noche y enamorrme de tu efusividad, de tus cualidades, virtudes despojando tus defectos. Aquella noche en que me acerqué a ti sin acercarme, desde aquel sillón, en el que debatí sobre mi futuro sin enterarte aun de ello. Recuerdo no querer besarte porque signi

Y entonces se encontraba ahí intepretando  los latidos inhertes de su corazón. Su corazón se había ido, el alma solidificada como la flor frágil y marchita a la triste alba durante el crudo invierno. Como las lágrimas de aquel cuerpo hipotérmico al morir. Se encontraba ahí carente de sentidos, sumergido en escalofriantes emociones. No existía la paz, pero tampoco existía el delirio. Aquel grito en su cabeza ya no existía más, se había convertido en una mirada vacía tras el rojo intenso de sus venas oculares. Su cuerpo ya no pesaba... Tan sólo quedaba ya una exhalación infitnita emanando del centro superior de su cuerpo. Parecía recorrer desde la punta de sus hombros, desde los ligamentos laterales de su cuello, mientras su glándula tiroídea parecía desconcentrarse y su reacción difuminarse. Todo viajaba hacia el centro, concentrando en su pecho una extraña y pesada energía que parecía abandonarlo para siempre... Su exhalación marcaba el ritmo de aquella irremediable partida.