Reflejo de tristeza número 1.

Puede que me haya vuelto loca.

Que me haya resignado a perder.

Puede que ya no importe si te encuentro al amanecer o si la noche te traga con ella por uno de los tantos agujeros negros del universo.

Da igual todo lo que pase porque ya me he resignado.

Ya no hay brillo en la mirada y la fuerza de mis brazos destinada para ti se ha marchado.

Los latidos que antes emocionaban ahora sólo duelen.

Así que oficialmente la felicidad se ha ido.

No tengo mucho que decir esta noche.

Palabras vienen mientras otras van huyendo de las que vienen, esta noche nada fluye, todo huye y lo que no huye muere.






Comentarios

Entradas populares de este blog

No poema al amor.

Enredos nocturnos.