Fragmento de autodestrucción.
¿Estamos en la era de la tecnología? ¿Es tan de la tecnología que poco a poco es menos de nosotros? ¿Aspiramos a la autodestrucción?
Parece un círculo vicioso o una extraña paradoja que el ser humano construya tantos artefactos e impulse tanto la industria altamente contaminante mientras a su vez lucha por reducir "al mínimo" este impacto ambiental. No sabré mucho pero mi lógica, aunque posiblemente errada, me lleva a pensar que no tiene sentido esto de generar alto valor al consumismo, creando artículos a una velocidad que no da tiempo de reparación mientras se compromete a plantas árboles que tardarán una vida en crecer. Muchos dirán "pero ya hay otros árboles existentes" pero también están muriendo aceleradamente sacrificando su vida por nosotros.
Cambiaré el término "industria" por el de "ser humano" pues constantemente se busca limpiar e incluso victimizar a este último cuando en realidad es el único responsable de lo que sucede.
El ser humano crea -> Incita al consumismo -> Otro ser humano lleno, pero lleno de vacíos busca saciarse de un placer inmediato, absurdo y efímero.
Y si digo "vacíos" en plural es porque además este ser humano piensa que todo lo necesita y al mismo tiempo dándole pluralidad a algo que aparentemente no podría tenerla, cayendo en un absurdo nuevamente.
Este ser humano consume -> El otro ser humano le da más y más... Más productos que alimentan vacíos cada vez más grandes e insaciables a otro ser humano irresponsable de cuidarse y atenderse a sí mismo e incapacitado de ayudar al prójimo.
El planeta se daña y nadie lo ve hasta que es demasiado tarde, o mejor dicho, hasta que alguien sufre una consecuencia física porque para muchos, el físico y lo material ya es lo único que importa, y esto tiene que ir acompañado de otro elemento para ser visible... El poder de influencia del individuo afectado, la cual generalmente va ligada a un poder adquisitivo ya sea en moneda o en poder, pero para qué engañarnos, si para que haya poder debe haber moneda o al menos, datos monetarios electrónicos que puedas ver tú y que pueda ver yo en un dispositivo móvil cuya cifra supere por mucho el rango promedio.
Si el ser humano afectado cumple estos criterios y el daño recibido es visible, entonces -> El otro ser humano ofertante se encargará ahora de ofrecer también una solución que ayude al "afectado" sin ni siquiera notar que él o ella es también parte de este grupo.
El círculo vicioso se repite.
Pocas veces es otro ser humano el que despierta y propone una solución siendo embajador de lo que predica, pocas veces pasa pero como suele no tener mucha influencia, así también, pasa de largo.
Usamos el planeta e incluso a nosotros mismos como basureros, sin filtrar lo que entra a nuestro cerebro, a nuestro estómago, oídos y a los poros de nuestra piel. Y tiramos diarreas verbales sin jalar de la cadena.
Aún así, no puedo asegurar que la humanidad es un asco porque soy parte de ella y no me refiero a que yo no haya sido un asco también, pues en más de una ocasión he asumido este papel,
más bien me refiero a que también me he encontrado con otros seres humanos que parecen pertenecer a otras tribus. Que se cultivan, que seleccionan lo que escuchan, que nutren su cerebro y sus oídos y regularmente cuidan de sus órganos vitales - en medida que este cuidado sea posible y no desencadene una ansiedad construida por la escasez de buenos alimentos-. Seres humanos que eligen sus palabras acorde a quien las dirigen.
Seres humanos que llevan en sus hombros una invisible pero inevitable responsabilidad de salvar este planeta.
Comentarios
Publicar un comentario