Inconcluso.

Es poderoso saber que cada d[ia puedes elegir quien ser. Cuando descubres esta posibilidad que pronto puede convertirse en una capacidad o inluo habilidad es similar a sentir el mundo entre las manos.

Porque has dejado de ser aquello que no querías y ahora juegas con los miedos que antes te manipulaban. Parecen facilmente deslizantes entre tus dedos... Todas las preguntas parecen tener respuesta.

No hay alguien más. Al fin no hay nada que te importe más que tú mismo y descubres que esto puede ser altamente adictivo. De pronto las personas que te trataban con desaire no lo hacen más y no lo hacen porque te han notado al fin y no es nada más que siendo quien deseabas ser.


Ahora ves todas las propuestas del universo totalmente alcanzables, ahora entiendes que las oportunidades están ahí y que son tuyas.


Al fin te das cuenta de quien eres y recuerdas todos esos discursos baratos que alguna vez diste sobre humildad errando el sentido. No era más que una excusa para no ser. No era más que miedo a como lo tomarían, pero ¿por qué debería importar eso ahora? Ahora que todos creen que ya tienen la vida hecha y tú sientes que apenas comienza, es como si todo este tiempo intentaras agarrar empuje para iniciar la carrera. Es como haberse escondido bajo una sonrisa a media luna.


Ya no quiero la luna media, ni fingir no ser yo, ni discursos de humildad, ni prohibiciones al hablar. Ya no quiero fingir más que no sé de lo que hablas, ni límites a mi capacidad. Ya no quiero ningún gobierno sobre mí.


Porque he hecho tantas cosas que merezco todo, porque ahora sé el valor de mi persona. Ahora sé lo atrayente de mi ser. Ahora sé todo lo que los demás no querían que yo supiera. Ya no tengo secretos hacia mí. Ya no tengo nada que me detenga y si algo lo intenta será un gusto despedirme.


Ya aprendí a soltar y aprendí que la tristeza no es lo mío, que todo depende, absolutamente todo de lo que piense yo de mi. 

Nunca había sentido tanto que me vale una mierda el mundo y no hay algo que me importe más que yo. Y francamente no me importa si alguien más pudiera criticarme porque esta es mi vida y de nadie más.


Y como siempre lo volví a hacer, hablar en tercera persona porque en el fondo me cohibía de mis propios pensamientos pero es que eso debe terminar, es que así soy yo...



Comentarios

Entradas populares de este blog

No poema al amor.

Enredos nocturnos.